Se cultivaba el trigo, la cebada y la vid, y eran apreciadas las
frutas, sobre todo las ciruelas y cerezas de Cabezón y las peras
y manzanas de San Andrés.
La ganadería era un recurso muy importante; en
menor medida, también la caza. Era típica la industria artesana
del tejido de lino, especialmente el que se elaboraba en Cabezón
de Liébana. También era conocido el taller de alfarería de
Perrozo, donde se fabricaban vasijas de cerámica popular.
Siendo los lebaniegos de este municipio gente de
montaña acostumbrada a las nieves por una parte, y por otra,
buenos artesanos y personas muy listas e incluso receptivas a
las novedades; en Luriezo llegó a fabricarse un curioso tipo de
esquí, que incorporaba a la tabla las tradicionales albarcas,
sujetas sólo en la zona de los tacos de delante mediante un
sistema flexible de pernos metálicos.
También eran famosos los abarqueros de Aniezo. Es
muy popular la procesión de la Santuca, que partiendo de Aniezo
llega hasta Santo Toribio, recorriendo 28 Km.